Antes de irme a América Latina ya sabía que existe el negocio de sobornos, sin embargo no es fácil imaginarse como es en realidad.
Cuando tenía 16 años mi amiga se fue a Ecuador y siempre me contaba que fácil es por allá sobornar a la policía en muchos casos. Creo que eso ya es algo que no debe pasar, no obstante hay casos que son más graves que sobornoar un policía para que no te de una boleta.
Un ejemplo sería la corrupción política y el soborno en el trabajo.
Ya escuchamos muchos casos en los que se puede ver la corrupción. Las formas de corrupción están variando, hay sin embargo varios muy comunes como el uso de información privilegiada y el nepotismo. En relación está el lavado de dinero y desgraciadamente la prostitución.
Yo personalmente creo que la corrupción existe especialmente en países pobres dónde predomina la pobreza, la falta de dinero en general, y la violencia.
No obstante creo que es un problema que empieza en las altas instancias. Ya hemos visto en mí artículo sobre el populismo, que el estado a veces no es un buen calaño para el pueblo. Si todos viven en miedo y violencia, no es muy sorprendente que actúan de la misma forma. No quiero decir que eso es una excusa sino quiero hacer constar el hecho de que estos países viven en un círculo vicioso desde que escapar no es tan fácil.
Lo que se puede añadir es que yo misma, durante mi vida en América Latina, nunca tenía experiencias con sobornos, puede ser porque soy “gringa” o también porque tenía suerte!

Keine Kommentare:
Kommentar veröffentlichen